EL PRIMER AMOR

E                        C#m                        
en la semana el trabajo y el dolor
A                              SI
de saber que como Diego ya no hay dos,
Es la rutina que nos llega a convencer
que un gordo es nueve y un enano nuestro diez.

Pasan los dias y con el gris de la humedad
duelen los huesos y toda la humanidad,
A                       B
por suerte en la cancha
   Dom#    SI         La                        SI
la vida no es tan cruel... no es tan cruel...

E                                                    B                            
LOS DOMINGOS VOLVEMOS AL PRIMER AMOR,
 C#m                                       G#m
  A ESE QUE NUNCA NOS ROMPE EL CORAZÓN:
F#m                         A                                                      B
ETERNAMENTE VIVOS EN CADA ABRAZO DE GOL.
Y LA PELOTA QUE SUEÑA CON VOLVER
A ENCONTRARSE ENAMORDA CON SU RED:
Fa#m                             LA           Dom#         SI                  La                                    SI
EN CADA TOQUE REVIVE CUPIDO EN NUESTROS PIES... EN NUESTROS PIES...

¡Va por la misma!¡tomá correla vos!
son todos ruegos que no tienen ningún Dios:
es la costumbre que nos lleva a conocer
nuestros amigos mas que a una mujer.

Anque cada día nos cuesta gambetear
alguna angustia, una que otra soledad,
por suerte en la cancha
la vida no es tan cruel... no es tan cruel...
                                           
LOS DOMINGOS VOLVEMOS AL PRIMER AMOR,              
A ESE QUE NUNCA NOS ROMPE EL CORAZÓN:                  
ETERNAMENTE VIVOS EN CADA ABRAZO DE GOL.
Y LA PELOTA QUE SUEÑA CON VOLVER
A ENCONTRARSE ENAMORDA CON SU RED,
EN CADA TOQUE REVIVEN LOS ÍDOLOS EN NUESTROS PIES.    

LA MAGIA DEL BLEM

Una Larga Crónica Deportiva en Siete Actos

Acto I: Las cuentas no dan

   Eran las cuatro de la tarde y los Burritos estaban tristes porque no consiguieron la otra cancha desocupada, para jugar en grande. Habían pasado media hora de la cita prometida, y faltaba uno pa jugar un simple cinco contra cinco: las cuentas no cerraban. ¿Cómo pasamos de ser 16 a nueve en cinco horas? Sólo dos bajas anoticiaron su ausencia, los demás, fueron esperados como adolescentes en su primera cita: "seguro estan demorados por el quilombo en la plaza" "¿ese no es Bachi?" "¿ese no es Ariel?"... Pero no, la cruda realidad es que la gente no es tan confiable como parece... ¡ni un mísero mensaje! ¡TRAIDORES! ¡EL FULBITO DE LOS DOMINGOS NO SE MANCHA!

Acto II: El Discípulo Ejemplar

    La Hedionda Criatura, a pesar de encontrarse a kilómetros de su padre, el Dr. Dipacualestein, hizo honor a las enseñanzas de su mentor: repartió las pecheras, armó su equipo a conveniencia y, como faltaba uno, sumo a un pibe que "estaba por ahí, después de haber jugado el partido anterior". Nunca, en la historia de la humanidad, se había pedido perdón en falso a una misma persona, tantas veces: "Sorry, te maté", "perdón, es larga", "Mala mía", decían los pibes al tirar pelotazos a cualquir lado, y a todos llegaba El Nuevo... la paraba sobre la raya, saltaba y la bajaba de nuca, corría todas, cambiaba de frente, marcaba, daba pases... una incorporación sobre la hora el estilo Dipa: un jugadorazo que desequilibraba el partido en cada intervención.

Acto III: Duelos Perdidos

    El espectáculo pseudo-deportivo de la noche estuvo plagado de duelos. Las contiendas se iniciaron con el abrumador triunfo de Pelusa, que le pasó el trapo al Boya en su duelo futbolístico por el amor de la Gabi: mientras Bohe estaba triste por no tener rival en la cancha debido a la ausencia de Pelu, el seductor mediocampista no asistió al partido por ir a visitar a Gabi a su casa... ¡¡¡qué jugador!!!
    Los desafíos continuaron con la respuesta de Sapo al desafío nocturno de Tapita: "mañana te hago cuatro goles". El Pícaro Batracio le trajo a la cancha, como regalo, un Blem para lustrar madera, para que Tapia se frotara las piernas y pudiera "brillar" en la cancha: el muy turro se frotó y jugó un partidazo más, fiel a su estilo: parado solito de nueve, abajo del arco, carroñando el talento ajeno para dizfrasar su oportunismo de calidad futbolística.
    El último gran duelo de la noche fue el de Federico Conicet, el Señor Sipalki de la Rural, contra él mismo: cumplió con su debut en la red y con traer su propio titular: un compañero del doctorado, que la descoció dentro de la cancha.

Acto IV: El Gran Comienzo

   La pinta deportiva de los pibes es intachable: cada vez más lookeados, plagados de indumentaria, el juego a un toque de los gorditos, acompañando al Tano, pusieron tempranamente a los de La Banda cuatro goles arriba, en un partido que daba pal lujo, el desperdicio y la chicana. 

   El partido parecía, sorpresivamente, cerrado: los goles combinados de Tano y Pulpo, las subidas explosivas por las banda del Boya, con una asceleración de 0 a 100 en 23 días, los toque exquisitos de Berón y un Sapito de reflejos implacables anunciaban una cómoda victoria, que luego el destino se encargó de torcer.

Acto V: La Belleza de la Virtud

   Un golazo de Monky al ángulo desde atrás de media cancha, una increíble atajada voladora doble de Sapo, el ya naturalizado caño exquisito de Tano a Tapia, pisadas y definiciones de Berón al mejor estilo Zidane, un nueve grandote debutante, habilidoso y goleador, un golazo de la Avioneta Alba, saliendo desde el arco con gambetas, toques, taco incluído y definición en dos tiempos, una parada con el culo de Fede a un pase fenomenal que lo dejaba solo frente al arquero, cinco goles regalados por el "arquero" Sapito a sus rivales, fueron trazos artísticos que pintaron en la Rural un cuadro de virtud que mataría de envidia al propio Picasso o Miguel Ángel. 

Acto VI: El Giro Fatal

   El cansancio,  el humor cambiante de Pulpo que se deprime sobre el final, la falsa promesa de Tapia que hizo cinco y no cuatro como afirmó, los guantes nuevitos y traidores de la Avioneta Alba que dejaron pasar pelotas facilícimas, el talento de los rivales para no rendirse y correr todo el partido, hicieron que el mundo girara nuevamente hacia el lado Monky de la vida: un lado alegre para ellos, y un lado fatal para los del Tano.

Acto VII: La Estocada Final

   El último domingo, fue la noche soñada del Señor Sipalki: un quite impecable en una contra mortal del Tano, cuatro pases bien dados, tres tiros al arco, y cuando la Voz del Estadio dijo "última jugada", dió la estocada de muerte a un toro que se venía furiosamente en busca del empate: en un mano a mano desde la esquina del área, amagando ante la presencia del Boya, venció la resistencia del golero de la Banda del Tano convirtiendo su primer gol de esta serie de desafíos, y sentenciando a muerte al equipo rival. El pelotazo fue arriba y cruzado al primer palo, desde la derecha y con pie derecho, pero con comba inversa... ¿cómo mierda le pegó así? "Es que él no tiene pie plano, tiene pie redondo, puede salir a cualquier lado la pelota", dijo su compañero de Doctorado. Y así fue como "Pie Redondo" cerró el telón de un partido emocionante.

Acto VII: El Triunfo de la Superstición 

   Otra vez ganaron los Toquetones de Monky: ni la borrachera de cumpleños, ni el golpazo anímico de ir abajo por cuatro, ni el intimidante arquero Alba pudieron vencer a los de Nieto, que casualmente, otra vez jugaron del lado maldito de la cancha, el mito que inventó Mataix y nos condena a siempre perder.

   Pero eso no nos va a pasar más: para el próximo partido (si es que completamos) vamos a dar vuelta las canchas para terminar con esta racha: los de la Banda del Tano estamos dispuestos a jugar del lado de la suerte un partidazo, darlo todo y  perder igualmente otra vez, no porque seamos chotos, sino por el interes cientifico de derribar ese mito. 

   ¿Alguien llevará el mágico Blem? Parece que los Burritos estamos condenados a que cuando estamos a punto de matar una cábala, nace otra, y otra, y otra... así, hasta el día final del fútbol, es decir, de la vida misma.

TRES POLVOS AL HILO

Polvo 1: La Hedionda Creación del Dr. Dipacualestein

Así como Arquímedes inventó la polea compuesta, como Isaac Newton el telescopio reflector, como Javier Bohe inventó la cerveza, como James Watt y su máquina de vapor, como Matías Tejerina inventó la excusa, como Bianchi a Riquelme, el despiadado Dr. Di Pascuale inventó un terrible monstruo del fútbol, al mejor estilo Frankestein: en la pierna derecha, el pie izquierdo del gran Rogelio Funes Mori; en el pie izquierdo, la derecha del Piojo López; en el pecho, la pasión futbolera de un salteño nerd; en la cabeza, el olfato goleador de Takajara; en el arco, los reflejos del tatarabuelo del Oso Coronel. Tapiastein, con ese apellido de alemán chutero, no deja de sorprender en las canchas, cuando su monstruosidad se asocia con algún jugador de buen pie, como Dipascuale o Nieto.
Goleador inentendible, fue la figura de un clásico que estaba mas que cantado desde el inicio: en La Banda del Tano sin el Tano, nadie bajaba de los 90 kg, pero los gorditos mostraron los mayores pasajes de buen pie durante la noche, tocando al estilo clásico de sus rivales.
Los Toquetones de Monky sin Monky, no entendían porqué iban abajo del marcador, "la hora che", gritaban los del Tano, ya sin aire, a los cinco minutos de iniciado el encuentro. Lograron plasmar su superioridad en el resultado hasta que Dipa frotó la lámpara y empezaron a llover los goles de su creación: como Dios, con sólo polvo, logró vida, a travéz de un soplo mágico vaya a saber uno de qué. El resutado de ese polvo: Tapia nuevamente goleador.
En el partido sobresalieron el debut goleador de Pulpo, de buen fútbol, y la esperada reconcialiación de Pelu con la redonda: "te extrañé", parecía susurrarle en cada zapatazo que la mandaba irremediablemente al fondo de la red.
Cerca de la arremetida final, un Sapo agotado animaba a sus compañeros: ¡"perdemos por dos, aguantemos el resultado"!, luego de haber errado un increible chutazo, a menos de cinco centímetros de la línea de Gol, que se estrelló en el palo: "¡CHUUU! ¿Vieron ese pelotazo? ¡Era un golazo!", repetía el fracasado, para tratar de auto-ocultarse su mediocridad.
Párrafo aparte merece el debut genial, increible, fenomenal, inesperado y esperanzador del Sr. Sipalki, el prestigioso académico, el profesor y licenciado Fede Sona Sombay.
A pesar del peso de la diferencia entre los equipos, el gol de la ventaja sobre la hora de Dipa inclinó el resultado numérico a favor de los de Monky, pero el trámite de un partido ajustado, en clara desventaja, dejó en evidencia que el verdadero triunfo sobre el campo de juego, fue el de la dignidad de La Banda del Tano.

Polvo 2: Un Triangular Para El Olvido

La convocatoria crece: cada vez son más los jóvenes sin talento pero con la ilusión intacta, que se acercan a jugar los domingos a la canchita de la Rural. Con la solidaridad que los caracteriza, los muchachos improvisaron un triangular que enfrió a la mayoría de los jugadores, demorando los desafíos.
Con equipos desparejos, dirigidos el mejor de ellos por el Comandante Boya, los pibes clavaron un triangular donde se destacó el buen fútbol del Tano y de Dipa, la garra de Santi y la habilidad de sus compañeros de equipo, y golazos de rabona, taco, y chilena.
Los caños de Berón, las asistencias mágicas de Gustavito desde la punta, las atajadas del Eze y la gambeta corta en velocidad de Boya pintaron un panorama de ensueño para los cronistas, que no asistieron a ver el encuentro.
La escena de la noche, sumó a una serie de imágenes que vienen, hace tiempo, causando furor entre la platea femenina: el "estúpido y sensual" de siempre, como diría Homero, luego de tropezarse sólo, se dijo así mismo: "del polvo venimos, al polvo vamos", y protagonizó una escena digna de Joliwud: "Yo sabía que el Flaco estaba ahí, pero de repente vi sólo una sombra que se revolcaba por el suelo", afirmó Elgoyen, testigo directo de "las 50 sombras de Tapia", un film anti-erótico no apto para mayores. Cuando intentó asistirlo en el suelo, La Hedionda Creación del Dr. Dipascualestein le pedorreó la cara: ¡Tapia, un verdadero fenómeno!
 Mas allá del trámite de un triangular para encarpetar, clasificar y archivar en los recuerdos cubiertos con el polvo del olvido, se destaca la magia del cronista, para haber logrado hilar cinco párrafos y 300 palabras en la crónica de un partido al que ni si quiera asistió.

Polvo 3: Un Fantasma Recorre La Rural

El encuentro arrancó con la lectura de un comunicado de la Cámara de Comercio de Jujuy, donde su presidente agradece al predio de La Rural por el increíble aumento en las ventas de ropa deportiva evidenciado en la última semana: "gente que nunca había entrado a este tipo de comercios, visiblemente disminuídos para la práctica de algún tipo de actividad física, biológicamente incapaces de hacer deporte, han invertido en indumentaria de última generación", afirmó el representante, destacando "el espíritu de solidaridad e inclusión de los muchachos de los domingos a la noche".
Así mismo, la prensa local se hizo eco de las últimas estadísticas del PAMI, que afirman que muchas viejecitas de la provincias se sienten "mas felices durante esta década", debido principalmente, al orgullo despertado por sus hijos: "yo que pensé que mi nene no servía para nada, ahora es futbolista"; "¡Qué lindo, el mío también, tiene amigos, porristas y hasta un cronista", cuchichean las señoras, mientras toman el té y juegan a la loba por las tardes.
Los equipos, 7 pa 7, vestidos de gala y en cancha entera, con la Banda del Tano completa, incluído esta vez hasta el mismísimo Tano, tuvieron que prestarse jugadores, porque de Los Toquetones de Monky, estaba sólo Monky, acompañado de Fede, que no se caracteriza por ser, justamente, un Toquetón (sólo futbolísticamente hablando).
Sin embargo, el Fantasma de Tapia se hizo presente en los pies de Goni: "esta cancha está maldita, si Tapia no viene, alguien es poseído por su espíritu", se quejó luego de errar su trigésimo noveno gol (son 39, pa los que no entendieron)
Un intratable Ale Limache no dejaba de anotar goles para La Banda del Tano, que dominó claramente el partido, hasta que las sucesivas e inentendibles salidas de su arquero-jugador lesionado, la Avioneta Alba, despertaban furiosos contrataques rivales que equilibraron el trámite del partido. mas allá de esos erroes aislados, Sapito se destacó por sus pantalones floreados y algunas brillantes atajadas, la mayoría de ellas, con la cara.
El premio "Botín de Dip" se lo llevó Santi Zamora, que patío a Monky por toda la cancha, le rompió la nariz a Arielinho de La Mazza, y no dejó de raspar por todo el campo de juego: "¿de qués estabas jugando Santi?" , preguntó la Avioneta para jugar en su lugar dejándole el arco: "arriba, abajo, en todos lados", fue la respuesta.
El duelo de la noche, cuya disputa excedía lo futbolístico, lo protagonizaron el Boya y Pelu, que se atajaban pelotas y desafiaban mutuamente, jugando más que con los pies, con el corazón: "es por la Gabi, puto", "Tomá, la Gabi es mía, sorete", respondía el otro. Primer capítulo de una apasionante novela, que promete remplazar al éxito de taquilla "Las 50 Sombras de Tapia".
Testigos anónimos afirman que al volver a casa, en medio de la obscuridad de la Rural, se sienten las voces de un ser diabólico que los vecinos llaman "el Ruralito", el fantasma de un jugador monstruoso que recorre las canchas, poseyendo los cuerpos de jugadores de espíritu débil y peor pie, susurrando bajito: "¡Ahh! ¡la Puta! ¡Me lisioné!"; "Es lateral, fue fuera"; "gracias primo"; "Para vos, Bachi"; "Nachito, andá tras el alambrado".
Generalmente, el Fantasma de la Rural se queda a acomodar el predio y limpiar las canchas, pero esta vez, no hay que barrer, porque el campo de juego quedó limpito, de tanto que Los Toquetones de Monky mordieron el polvo.