Acto I: Las cuentas no dan
Eran las cuatro de la tarde y los Burritos estaban tristes porque no consiguieron la otra cancha desocupada, para jugar en grande. Habían pasado media hora de la cita prometida, y faltaba uno pa jugar un simple cinco contra cinco: las cuentas no cerraban. ¿Cómo pasamos de ser 16 a nueve en cinco horas? Sólo dos bajas anoticiaron su ausencia, los demás, fueron esperados como adolescentes en su primera cita: "seguro estan demorados por el quilombo en la plaza" "¿ese no es Bachi?" "¿ese no es Ariel?"... Pero no, la cruda realidad es que la gente no es tan confiable como parece... ¡ni un mísero mensaje! ¡TRAIDORES! ¡EL FULBITO DE LOS DOMINGOS NO SE MANCHA!
La Hedionda Criatura, a pesar de encontrarse a kilómetros de su padre, el Dr. Dipacualestein, hizo honor a las enseñanzas de su mentor: repartió las pecheras, armó su equipo a conveniencia y, como faltaba uno, sumo a un pibe que "estaba por ahí, después de haber jugado el partido anterior". Nunca, en la historia de la humanidad, se había pedido perdón en falso a una misma persona, tantas veces: "Sorry, te maté", "perdón, es larga", "Mala mía", decían los pibes al tirar pelotazos a cualquir lado, y a todos llegaba El Nuevo... la paraba sobre la raya, saltaba y la bajaba de nuca, corría todas, cambiaba de frente, marcaba, daba pases... una incorporación sobre la hora el estilo Dipa: un jugadorazo que desequilibraba el partido en cada intervención.
Acto III: Duelos Perdidos
El espectáculo pseudo-deportivo de la noche estuvo plagado de duelos. Las contiendas se iniciaron con el abrumador triunfo de Pelusa, que le pasó el trapo al Boya en su duelo futbolístico por el amor de la Gabi: mientras Bohe estaba triste por no tener rival en la cancha debido a la ausencia de Pelu, el seductor mediocampista no asistió al partido por ir a visitar a Gabi a su casa... ¡¡¡qué jugador!!!
Los desafíos continuaron con la respuesta de Sapo al desafío nocturno de Tapita: "mañana te hago cuatro goles". El Pícaro Batracio le trajo a la cancha, como regalo, un Blem para lustrar madera, para que Tapia se frotara las piernas y pudiera "brillar" en la cancha: el muy turro se frotó y jugó un partidazo más, fiel a su estilo: parado solito de nueve, abajo del arco, carroñando el talento ajeno para dizfrasar su oportunismo de calidad futbolística.
El último gran duelo de la noche fue el de Federico Conicet, el Señor Sipalki de la Rural, contra él mismo: cumplió con su debut en la red y con traer su propio titular: un compañero del doctorado, que la descoció dentro de la cancha.
Acto IV: El Gran Comienzo
La pinta deportiva de los pibes es intachable: cada vez más lookeados, plagados de indumentaria, el juego a un toque de los gorditos, acompañando al Tano, pusieron tempranamente a los de La Banda cuatro goles arriba, en un partido que daba pal lujo, el desperdicio y la chicana.
El partido parecía, sorpresivamente, cerrado: los goles combinados de Tano y Pulpo, las subidas explosivas por las banda del Boya, con una asceleración de 0 a 100 en 23 días, los toque exquisitos de Berón y un Sapito de reflejos implacables anunciaban una cómoda victoria, que luego el destino se encargó de torcer.
Acto V: La Belleza de la Virtud
Un golazo de Monky al ángulo desde atrás de media cancha, una increíble atajada voladora doble de Sapo, el ya naturalizado caño exquisito de Tano a Tapia, pisadas y definiciones de Berón al mejor estilo Zidane, un nueve grandote debutante, habilidoso y goleador, un golazo de la Avioneta Alba, saliendo desde el arco con gambetas, toques, taco incluído y definición en dos tiempos, una parada con el culo de Fede a un pase fenomenal que lo dejaba solo frente al arquero, cinco goles regalados por el "arquero" Sapito a sus rivales, fueron trazos artísticos que pintaron en la Rural un cuadro de virtud que mataría de envidia al propio Picasso o Miguel Ángel.
Acto VI: El Giro Fatal
El cansancio, el humor cambiante de Pulpo que se deprime sobre el final, la falsa promesa de Tapia que hizo cinco y no cuatro como afirmó, los guantes nuevitos y traidores de la Avioneta Alba que dejaron pasar pelotas facilícimas, el talento de los rivales para no rendirse y correr todo el partido, hicieron que el mundo girara nuevamente hacia el lado Monky de la vida: un lado alegre para ellos, y un lado fatal para los del Tano.
Acto VII: La Estocada Final
El último domingo, fue la noche soñada del Señor Sipalki: un quite impecable en una contra mortal del Tano, cuatro pases bien dados, tres tiros al arco, y cuando la Voz del Estadio dijo "última jugada", dió la estocada de muerte a un toro que se venía furiosamente en busca del empate: en un mano a mano desde la esquina del área, amagando ante la presencia del Boya, venció la resistencia del golero de la Banda del Tano convirtiendo su primer gol de esta serie de desafíos, y sentenciando a muerte al equipo rival. El pelotazo fue arriba y cruzado al primer palo, desde la derecha y con pie derecho, pero con comba inversa... ¿cómo mierda le pegó así? "Es que él no tiene pie plano, tiene pie redondo, puede salir a cualquier lado la pelota", dijo su compañero de Doctorado. Y así fue como "Pie Redondo" cerró el telón de un partido emocionante.
Acto VII: El Triunfo de la Superstición
Otra vez ganaron los Toquetones de Monky: ni la borrachera de cumpleños, ni el golpazo anímico de ir abajo por cuatro, ni el intimidante arquero Alba pudieron vencer a los de Nieto, que casualmente, otra vez jugaron del lado maldito de la cancha, el mito que inventó Mataix y nos condena a siempre perder.
Pero eso no nos va a pasar más: para el próximo partido (si es que completamos) vamos a dar vuelta las canchas para terminar con esta racha: los de la Banda del Tano estamos dispuestos a jugar del lado de la suerte un partidazo, darlo todo y perder igualmente otra vez, no porque seamos chotos, sino por el interes cientifico de derribar ese mito.
¿Alguien llevará el mágico Blem? Parece que los Burritos estamos condenados a que cuando estamos a punto de matar una cábala, nace otra, y otra, y otra... así, hasta el día final del fútbol, es decir, de la vida misma.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¿Qué tenés para decir de Burritos?