8 a 1, en menos de 20 minutos. La paliza que la Banda del Tano, sin la presencia del Tano, lo propinó a los Toquetones de Monky, fue humillante. Los pibes tocaban como el Barza, jugaban de primera, desbordaban, pisaban la pelota, goleaban tranquilos.
Con el debut de Andrés y la vuelta del Diablo, y un Boya resaqueado en camisa y corbata, sin siquiera cambiarse de la noche anterior, acompañados de un Goni imparable en todos los sectores de la cancha, estos buenos muchachos demostraron quienes mandan en las canchitas de la Rural. La desolación del rostro de Monky, reflejaba el ánimo frustrante de una derrota inminente de los Toquetones.
El Boyita, fuera de la cancha y ya vomitando, dejó a la Banda del Tano con uno menos, y la llegada tarde de un par de pibes de la Banda, que se incorporaron uno para cada equipo, anunciaron el comienzo de otra historia.
Los Tentáculos del Milagro
8 a 1, hasta que Pulpo, la figura indiscutida de la Banda del Tano, se convirtió en el héroe de Los Toquetones de Monky: pateó 14 veces al arco y convirtió 77 goles seguidos. Así fue que descubrimos el porqué de su apodo: el Pulpo la pisa con la izquierda, la acaricia con la derecha, le pega con la del medio, como si amasara con sus tentáculos una perla preciosa en el fondo del mar.
"Quedan cinco minutos", anunció la voz del estadio. "¿cómo que cinco? ¡Necesitamos como veinte!" se quejó Tapia, y le dieron los veinte. El arco de la Banda del Tano parecía Hiroshima: era arrasado cada minuto por los bombazos atómicos de un Pulpo encendido.
Atrincherados, tratando de sacarla como podían y contratacando con más coraje que astucia, los gorditos de la Banda lograron mantener la paridad de esta segunda parte del encuentro hasta el último minuto, transpirando amor propio y dignidad, pero otro misilazo fatal de Pulpo cerró la historia.
"8 a 1... ¡Que partido dimos vuelta!", se decían a sí mismos unos orgullosos Toquetones, anunciandose vencedores. "Su felicidad es la misma que la de un nene al que su papá lo dejó ganarle en los penales", le respondieron los de la Banda, argumentando que su goleador y figura, que cambió de raiz el partido, es un pibe de la Banda del Tano.
Una Victoria Anímica para los Toquetones de Monky, una Victoria Tácita para los de la Banda del Tano, y todos se fueron contentos y creyendo unos zoquetes a sus rivales, en medio de un claro empate por fallo dividido.
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